lunes, 23 de mayo de 2011

DISCULPEN, HOY NADA TIENE SENTIDO

Desde hace tiempo no se veían en el baño del Café Iguana, sujetos comerciando con cocaína, éxtasis o cigarrillos de marihuana; o lo que resultare más provechoso para su triste negocio. Siempre buscando las víctimas ideales, muchachos buscadores de sueños, rockeros en ciernes, con sus muy justificadas razones para huir de la realidad tan torcida, tan perversamente sesgada hacia la victoria de unos cuantos. Claro, que no se vieran los vendedores, no era garantía de que no continuaran con la vendimia.

Se veía venir, sin embargo, bajo el amparo de la vigilancia de las autoridades fueron cayendo uno a uno de los antros del Barrio Antiguo. Y no solamente negocios dedicados a la venta de bebidas alcohólicas fueron objeto de las extorsiones y filtraciones, sino que también han pretendido cobrar piso a otros establecimientos. Pero esto para la autoridad, no exige ningún tipo de investigación, ningún tipo de averiguación previa, ningún tipo de protección.

Tan cerca de los poderes municipales y estatales, pero tan lejos de una debida garantía a los derechos fundamentales. Será que estos niveles de gobierno sacan algún tajo de toda esta criminalidad desbordada, algún poderoso empresario de la ilegalidad está en contubernio con las autoridades para que se sigan haciendo a un lado mientras delinquen.

Y llegó el día en que hubo una matanza en un bar emblemático del Rock en Monterrey, y el canal cinco sigue pasando películas de poca monta, y el siete pone Los Simpsons, y en el programa “Cambios”, con el “bienintencionado” Benavides, le echará la culpa de la matanza a los tatuajes y la vida disipada de los rockeros; y Gregorio Martínez, y el Recta y Bezares, continuarán haciendo masas malolientes los cerebros de los televidentes.

Todos voltearán para otro lado, y mientras tanto, las familias de los asesinados, se preguntarán qué hacen con tanta incomprensible violencia, con tanta ausencia de sus seres queridos.

Es urgente de nueva cuenta una movilización, una puesta al día de los principios, de metas hacia el gobierno que dice representarnos. Es imprescindible poner en guardia a la sociedad civil toda, con el fin de intervenir en la falible estrategia, la cual cada día demuestra su naturaleza macabra, deshonesta, y sobre todo, estúpida. Ni un muerto más debemos permitir, sin un verdadero esfuerzo de las autoridades por prevenir e investigar.