sábado, 7 de febrero de 2009

El Bochornoso Caso de los Dos Candidatos Únicos

Los dos partidos mayoritarios en el Estado de Nuevo León, han hecho gala de sus mejores dotes de cinismo ilustrado para sacar adelante proyectos políticos facciosos, que imitan más modelos retrógrados pretéritos, que la muy laureada consolidación democrática, que con esto queda en sólo un feliz escarceo de la academia laxa de la ciencia política. No cabe duda que para poder clasificar o llegar a conclusiones tajantes es necesario que pasen varios años, para que la razón caiga por su propio peso, como es el caso del tema de la democracia en Nuevo León.
El vasallazgo
En el Partido Acción Nacional (PAN), como muestra señera de involución, es la decisión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), de designar directamente como candidato para Gobernador del Estado, al ex-Gobernador Fernando Elizondo Barragán. Como en los mejores tiempos del virreinato de la Nueva España, como indican las actuaciones de los tiranos presidentes que hemos tenido a lo largo de nuestra historia (Santa Ana, Porfirio Díaz, y la mayoría de los presidentes de la revolución institucionalizada), del centro han enviado a su emisario, el cual se destaca de manera ejemplar en cuanto al flematismo de su figura.
Su paso por la gubernatura de Nuevo León, de escasos 8 meses, en sustitución de Fernando Canales, se vio envuelta en el escándaloso otorgamiento de bonos y de privilegios a los funcionarios de su administración. El gobierno panista donde él hizo las veces de Tesorero del Estado y Gobernador sustituto, se caracterizó por la escasa obra pública entregada, el escaso apoyo a la cultura, y la gran distancia entre los gobernantes de los ciudadanos. Aunque cabe destacar que la política pública insignia implementada por las administraciones panistas de la época 1997-2003, fue el programa de atención ciudadana, donde se atendían las preocupaciones más apremiantes de la población.
Después de entregar el gobierno al hermano de su compañero de establo jurídico (Natividad González), Elizondo fue designado Secretario de Energía del gobierno de Vicente Fox, teniendo una participación poco loable, donde más que todo aprovechó para posicionarse mejor en la cúpula de su partido, el cual lo nombró como primero de las listas para el Senado de la República.
Ahora la misión de Elizondo en Nuevo León es clara, servir de apoyo y vanguardia en los avances de las iniciativas presidenciales, tanto en lo que toca a reformas legislativas, como en lo competente a las actividades administrativas, cumpliendo un papel clave el balance entre participación privada y pública en proyectos productivos. Y es que como le ha ido últimamente al grupo Monterrey, no es para nada un disparate, que sus directivos se vean en la necesidad de tener un garante eficaz de sus inversiones, y promotor apostillado de sus negocios.
La realidad en la elección de Elizondo, es que han quemado a su mejor pieza para recuperar la gubernatura. La forma en como fue hecha la designación (desde el centro, consejo de notables, sin tomar en cuenta a las bases, pasando por encima de los intereses de otros aspirantes al cargo), demuestra que el ánimo de Germán Martínez y Felipe Calderón, es gobernar su partido, y esperemos que no México, desde una autocracia autocontemplativa y autojustificatoria. Nada mejor que un abogado/economista/empresario muy a fin a proyectos ideológicos de seguridad democrática.
Extraña forma de Unidad
En el Partido Revolucionario Institucional (PRI), las formas también fueron igual de atrabancadas, pero todo bajo el cobijo de salutaciones interminables y la institucionalización de la cargada. Otra de las figuras del pasado que se creían más o menos erradicadas por la "consolodación democrática". La farsa de un registro el cual no será desafiado por ningún advenedizo que intente contradecir la voluntad general de alcaldes, diputados, senadores, y claro, Natividad González Parás.
El elegido: Rodrigo Medina de la Cruz, quien dice que desde los 16 años trabaja en la burocracia. Todo un prócer de la generación del esfuerzo burocrático, quien siendo fiel al escalafón, de una diputación federal, brinca a una Secretaría General de Gobierno, en la administración de González Parás; quien a su vez lo impulsa y le da vuelo a la idea de su bardo candidateable a la gubernatura.
Todo un ejercicio socrático de guía, asesoramiento, pulimento y ensayo general, de un personaje político. Y lo más conmocionante del caso, todos los priístas el mismo día, a la misma hora, en el mismo segundo, reflexionaron y concluyeron: Rodrigo, es el bueno.
Esperemos que en las urnas, los electores hagan pagar a los partidos políticos mayoritarios, su osadía de burlarse a tal grado de la democracia que pregonan tanto. Estos mismos partidos anteriormete han cometido las mismas trapacerías y el olvido de la gente les salvó. Es momento de recordarlo a cada momento y a cada instante: EL PRIAN NO VA MÁS.