viernes, 20 de marzo de 2009

Hasta luego, Héctor

Dentro de todo el caos de estar en el palacio: las correrías de los reporteros, el desgaste de ver el tiempo repartido en varios medios para poder alcanzar a lograr sueños y proyectos. Se acababa de casar y decía que tenía pavor a quedarse sin laburo, al decírmelo yo también percibía la perentoriedad de saber al qué atenerse. Así le conocí, así te dejé de ver, estimado.

Te encontré en diciembre pasado, realmente tu mostacho me causó el impulso burlón del preparatoriano que llevo dentro, y le dije a César, que si no eras el vivo retrato de Jim Carrey, en el filme Irene, Yo y mi otro Yo. Pero antes de tal mofa, hube ido al lugar donde te encontrabas departiendo la cena, para darte un abrazo, y decirte el aprecio que, sin saber cómo, sentía por tu persona. Hasta luego, Héctor, que todo vaya bien, y aparta un lugar para tu seguro servidor.

(Héctor Hernández, trabajó en los periódicos El Regio, Milenio, en la Revista Ecos, y demás publicaciones locales).

viernes, 13 de marzo de 2009

El poder de “La Gente”

El fenómeno de los “tapados” o “tapa calles”, como fue calificado por los políticos nuevoleoneses y medios de comunicación similares y conexos del Estado, no es parcialmente, la caricatura que intentaron endilgarle ni el acarreo vil de algún grupo de narcotraficantes.

Antes de tipificar en el Código Penal del Estado, el delito de obstrucción de las vías públicas de comunicación, los complacientes legisladores locales, deberían preguntarse qué medidas tomar para hacer algo ante la marginación de amplias capas poblacionales de Nuevo León, en sus muy variados vectores.

Aunque el Estado ocupa los primeros puestos en cuanto a la creación de riqueza a nivel nacional, el movimiento de plantones que se vivió en semanas pasadas, señala que existen personas dispuestas a ser carne de cañón para obtener despensas, útiles escolares y dinero en efectivo. Ampliamente documentado por la prensa local, la retribución de los señores del narcotráfico, sirve como parámetro de la terrible disparidad adquisitiva imperante en el área metropolitana de Monterrey, y ni hablar del sector rural.

Habría de investigarse también en el aspecto social del problema, donde se ha dado un factor de dispersión importante, con el individualismo rampante que merma los criterios de la sana convivencia; y también, porqué no decirlo, inmoviliza a los ciudadanos en la lucha de mejores condiciones de vida en su comunidad. Sería propio, que se auxiliaran de los datos que la Secretaría de Desarrollo Social del Estado, ha podido recabar con sus diversos programas sociales, los cuales han sido una forma encubierta de estudiar y mantener bajo control a las comunidades paupérrimas del área metropolitana.

Es pertinente decirlo, que en el aspecto cultural también tenemos un gran problema, y de esto podemos encontrar culpables con mayúsculas. Televisa Monterrey, Multimedios Televisión, TV Azteca Noreste y TV Nuevo León; son culpables de la mínima cultura y modelos a seguir, en sus contenidos informativos y de entretenimiento. No es posible que los mass media del Estado, laven sus manos prodigando moralidad mentirosa, organizando Records Guiness, o apuntando con un dedo flamígero a las autoridades que prometen mucho y cumplen poco.

Pueden ser generosos y ofrecer contenidos formativos, sin necesidad de caer en el fascismo que tantos temen. Pueden ser generosos, y no anteponer su fundamentalismo comercial, al suicidio neuronal.

Pero a pesar del show del “Oso”, y los juegos de pipisygañas en la Avenida Constitución, los autores intelectuales de los bloqueos, lograron transmitir el mensaje: seguirán luchando por el territorio, aunque se venga el ejército, o el Cártel de Sinaloa. Lo que venga primero.