domingo, 12 de diciembre de 2010

Vespertinos 1.0

Bañados de cielo, una buena tarde;
nuestros algodones de azúcar apenas se tocaban,
las bolutas de glucosa se desmotaban del globo rosa,
desgajadas por los dedos pegajosos,
rumiantes de dulces moradas.

El subeybaja formaba una corbata de pingüino,
sus ángulos y el vaivén del rechinido de su engranaje,
le ponían el bit a lo que decía con gravedad amante.

El rehilete gigante de la plaza patria,
los berrinches de las camionetas nalgonas;
no enturbiaron la felicidad dolorida,
yacente, entre tu/mis manos,
aferrada a la banca donde-el-amor-no-tiene-horario.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Día cuatro y cinco

Amor mío de tierra lejana / por vos duele todo el corazón... en vergel y tras cortina, / mi desconocida, amada compañera mía.

Umberto Eco, Baudolino

viernes, 3 de diciembre de 2010

Día Tres

te veo de lejos, admiro,
tus manos entre tu cara,
el cabello entre las palmas de tus manos;
te veo por la ventana,
a veces empañada por las interferencias,
de las atmósferas que nos separan.

te veo en la diferencia horaria,
te veo con el frío soleado,
te veo varias veces al día
mientras leo los diarios.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Día Dos

No te vayas, te necesito
con todo el cuerpo, con el abecedario,
con las horas, con el polvo de la carretera.

No te vayas que no quiero despedirme
ni empiezo a prescindir de tu presencia
ni mi soledad convive con el vacío
de las noches, y el nihilismo que tú llenas.

Ahora todo pareciera
hecho de pequeñas manchas,
dibujos borrosos, que contornan tu cara;
mas, siguen los sonidos y silencios,
las risas y miradas, dominando mi memoria.