viernes, 23 de diciembre de 2011

Mitos de la naturaleza humana








En las pláticas de café cuando se cuenta algún hecho funesto causado por la mano del hombre, de alguna u otra manera se haya explicación al desaguisado, con la sentencia «es la naturaleza humana». Funge como basamento para explicar la necesaria participación del malévolo concierto del hombre y la, por necesidad, corruptible y corruptora vida del mismo.
Sin embargo, para Marshall Sahlins en La ilusión occidental de la naturaleza humana (FCE, 2011), se devela otro paradigma del ser humano, donde la cooperación y las relaciones de reciprocidad son contrapuestas a la idea agustiniana de que el hombre es lobo del hombre (homo homini lupus), ya sea apoyándose en las ideas de Anaximandro, filósofo presocrático quien plantea la distribución equitativa entre los miembros de una comunidad (isonomía), como condición para la feliz consecución del «orden universal».
Para Sahlins la idea de que el hombre es intrínsecamente malvado y que necesita ser controlado, consiste en un problema cultural, presente en las más variadas civilizaciones humanas, pero más resaltada por la predominante cultura occidental.
El recorrido de Sahlins, quien es profesor de la Universidad de Columbia, inicia con los griegos (Hesiodo, Platón, Aristóteles) mencionando los paradigmas implantados por su pensamiento. De igual modo el influjo que Tucídides tuvo sobre el pensamiento de Thomas Hobbes y John Adams, en su narración de un episodio de la guerra del Peloponeso (la guerra civil en Córcira): “la naturaleza humana, siempre rebelándose contra la ley y ahora convertida en dueña de ésta, con gusto se mostraba presa de la razón ingobernable, sin manifestar respeto a la justicia, y enemiga de toda superioridad”.
Los acontecimientos de Córcira, la sublevación de los habitantes partidario de Esparta, contra el gobierno constituido partidario de Atenas fue interpretado por Hobbes, como una demostración de los fracasos que la democracia podría acarrear, es por ello que se inclinó por la traducción del libro de Tucídides del griego al inglés.
“Si en opinión de John Adams el escape de la anarquía descrito por “el nervioso historiador” (Tucídides) de la antigua Grecia consistía en un sistema auto-regulador de poderes equilibrados, para Thomas Hobbes la solución era un monarca excepcionalmente poderoso que “los mantendría a todos sobrecogidos: es decir contendría de manera coercitiva y juzgaría sobre la inclinación innata de los hombres a obtener beneficios a costa de quien sea”.
John Adams, fue uno de los artífices de la constitución estadunidense, quienes se configuraron mentalmente con la lectura de las antiguas guerras civiles de Grecia y Roma y las terribles consecuencias que la naturaleza humana parecían revelar. De acuerdo a Horace White los Estados Unidos se construyeron sobre la filosofía de Hobbes y la religión de Calvino, es decir, “sobre la suposición de que el estado natural de la humanidad es la guerra y que la mente humana está por naturaleza en conflicto con el bien”.
Señala Sahlins que el importante énfasis en la idea de la naturaleza maliciosa del hombre es cuasa eficiente de los sistemas culturales y políticos predominantes. Y para ello al final del libro anota los diferentes hallazgos de antropólogos sobre las diferentes formas de socialización en comunidades primitivas, así como de la conformación de su psicología individual y comunitaria.
Vaya que un libro como el de Marshall Sahlins toca a fondo muchas de las ideas predominantes no solamente presentes en la política, sino en temas como la dramaturgia y la psiqué hipermoderna.

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