lunes, 14 de septiembre de 2009

Solipsismos Bastardos

PERSONAJES
Mohamed
Jesús
Mazda
Zoroastro
Hombre
Monólogo de Mohamed
Escena 1
(Mohamed sentado en una de las bancas de la calle peatonal Emilio Carranza, hablando calmo y despreocupadamente).

“Siempre existe alguien que vende y otro que compra. Ineluctable”.
“Pocas veces podemos detenernos de nuestro monótono y cotidiano trajín, de un lado al otro, del trabajo a la casa al trabajo. Rutinas necesarias para el poder. Bajas la mirada cuando te cruzas con una mirada extraña, divertimento al victimizar al otro; el otro, el reflejo de tus propios resquemores, el otro como un perseguidor sin rostro”.
“Así planteado, podría parecer hipocondría genética, sin embargo, nos seguimos con la esencia de cada cual, nos hacemos añicos con un simple pensamiento”.
“Existe un pueblo que ronronea en el ombligo, en el antiguo enchufe donde recibían alimento del placentero ensueño del vientre materno. Desnudos en el centro, alívianse las dudas en seguir jugando a moverse hacia cualquier punto. Un día frente al aparador tal, y al día siguiente en la confitería tal...”.
“Soleado/nublado el día, inicialmente, nos lleva con la sutileza de Alá Todopoderoso, nos toma de la mano y nos enseña la senda por la cual se enturbia o renace la esperanza, y todos sus vicios alternos”.
“Deambulan, tejen y enredan la hilaza del angustioso abismo. A veces puedo formar parte del enredijo y contestar a los vítores, y saltar animoso en medio de una barra de fútbol”.

1 comentario:

Renato Holguín Ortiz dijo...

Pues no podía dormir tratando de descubrirme en alguna parte; ya sabes que para mi es normal darme cuenta así de repente, que existí en otro lugar de la república, que conviví con gente del norte, y pues me acordé de usted, que me plagió eso del nanacatzin. No sabes que gusto me dió darme cuenta que entre sus textos tan bonitos e imágenes estaba yo presente; aquel día yo estaba con
usted en ese cafecito en cuernavaca, cuando tomó la foto de la fuente. Te mando un abrazo hermano, te estaré leyendo.

Renato Holguín