La pasión por la curiosidad. El placer de indagar "sobre el oscuro abismo en que me mezco" (paráfrasis de Manolo García), del que nos inunda la cotidianidad y las cimas tan añoradas y posibles, como ganarse el melate con un solo boleto.
lunes, 29 de octubre de 2012
La calle Guerrero
miércoles, 5 de septiembre de 2012
El idioma español
Historias de ciencia y revolución
domingo, 19 de febrero de 2012
África: Reflexiones
El continente llamado africano está envuelto en toda una nebulosa de lugares comunes, los cuales vienen distorsionando la comprensión de sus características, problemáticas y devenires. Lo anterior lo tiene muy en claro Jean-Francois Bayart en el libro África en el espejo (FCE, 2011), donde aclara los diversos mitos que vienen haciendo poco clara la comprensión de los países al sur del Sahara, y al mismo tiempo plantea un modelo de análisis que pueda ser más efectivo entre el público occidental hacia la comprensión de los mencionados problemas de África.
África en el espejo, señala los diferentes círculos perversos de dependencia y de explotación de la dependencia que se fueron incubando por siglos en el continente negro; así como las diferentes manifestaciones del Estado criminalizado que han fincado sus reales en algunos países africanos.
Y advierte: “el África subsahariana ha entrado hoy en una nueva fase de su historia. Sencillamente, el empleo de la fuerza ha adoptado una intensidad sin paralelo en la anterior historia africana, en forma de campañas técnicamente avanzadas de represión y de guerras ejercidas por profesionales, que son los vectores de nuevas categorías políticas, como la raza, y que hasta pueden llegar al genocidio”.
Muy acorde a los tiempos que nos dominan con la era globalizadora, Bayart, anota que “el nuevo estilo de coerción también puede adoptar la forma de desregulación (¿o posiblemente democratización?) del uso de la violencia, tanto en forma de movimientos armados colectivos como de una delincuencia más individual, facilitados ambos por la simplicidad de adquisición y el bajo costo de las armas de fuego”.
Y tal como ocurre en México “la iniciativa en el uso de la tecnología moderna toma cada vez más la forma de un aprendizaje del uso de las armas, y no el empleo de herramientas o algún tipo de educación profesional. Azotes, tortura, masacres, expulsiones forzosas o la reorganización de poblaciones enteras, batallas, ataques, violaciones, saqueo y la confiscación de bienes, se han convertido en procedimientos comunes de la vida política, aplicados por figuras sociales bien establecidas, como soldados, guerrilleros, aduaneros, policías, asesinos, vagos o, simplemente, cualquiera que tenga una oportunidad de saquear”.
En la sección sobre “El crimen transnacional y la formación del Estado”, literalmente sin reparos menciona los muy variados reportes de imbricaciones de la criminalidad estatal, no solamente en África, sino también en el mundo desarrollado. “Donde el crimen entra en acción no necesariamente socava al Estado”, más bien establece y mantiene una relación simbiótica, interactúan, se acompañan, se alcahuetean en términos coloquiales.
Ante la evidencia de los vínculos de la criminalidad nacional y transnacional con las agencias gubernamentales, ya no es posible tolerar el comportamiento de avestruz o la simulación cómplice. El texto de Bayart es un buen ejercicio de quinismo académico, y afortunadamente no es el único.
jueves, 26 de enero de 2012
Una economía, muchas recetas
En tiempos donde las grandes verdades económicas de la ortodoxia neoliberal se vienen tambaleando peligrosamente para los mismos promotores de la auto-regulación del mercado, un libro como el de Dani Rodrik (Una economía, muchas recetas, FCE, 2011), es el síntoma preventivo de que el actual modelo de “éxito” económico seguido a pie juntillas en nuestro país, a cada momento se vuelve insostenible.
El crecimiento económico
Una realidad inquietante es el hecho de que los países ricos crecieron 2.5% dentro del período de 1960 a 2004, mientras que los países del sureste asiático consiguieron un crecimiento del PIB per cápita de 3.7%, en el mencionado intervalo. En cambio, los países de África y América Latina, han obtenido crecimientos erráticos.
Rodrik en la primera parte de su libro, se enfoca en el análisis de las razones de tales disparidades, sobre todo en el caso de China, quien desde 1978 viene creciendo a una tasa promedio de 8% anual.
El profesor Rodrik, quien imparte cátedra en la escuela de gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, sostiene que los países quienes han seguido las directrices económicas del llamado consenso de Washington, así como las acotaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI); solamente han logrado crecimientos marginales y no han podido alcanzar el mismo nivel de bienestar de los países más desarrollados. En tanto, los países que han seguido estándares propios de desarrollo, como el caso de las township and village enterprises, donde los derechos de propiedad están asignados a la localidad en donde se encuentra la empresa; o el modelo de producción de dos vías, en donde los campesinos pueden vender el superávit de su producción, después de haber cumplido con la producción requerida por el gobierno; los anteriores casos domiciliados en China, han generado un mayor dinamismo en la economía interna, y por ende, un mayor incentivo de inversión en otras actividades.
Las instituciones
Rodrik, en otra parte del libro señala, que una economía que tiene una buena racha de crecimiento y que tiene un período prolongado de estabilidad, tiende a la diversificación a través de una política industrial que sepa identificar las oportunidades de negocio por medio de una dinámica de intercambio de información entre el Estado y la empresa privada. Del mismo modo, el Estado dentro de una política industrial innovadora debe de incentivar los proyectos productivos innovadores durante un período de tiempo determinado, para luego ése mismo apoyo, de acuerdo a Rodrik, dedicarlo a otros proyectos que tengan una buena oportunidad de ser redituables para la economía de un determinado país.
La globalización
El meollo de la globalización está fincado en el comercio. La desaparición de las barreras arancelarias ha sido consistente a lo largo de los años, sin embargo, según indica Rodrik, no existen evidencias de un crecimiento positivo relacionado con la disminución de aranceles. Si acaso, en la década de los noventa, sí se manifiesta un crecimiento positivo; lo relevante radica en que sí existe evidencia de que los países ricos de la actualidad “se embarcaron en el crecimiento económico moderno parapetándose en barreras proteccionistas, pero ahora tienen pocas barreras comerciales”. Señala Rodrik, que los estudios los cuales aseguran que el crecimiento económico es más dinámico en un ambiente liberalizado de aranceles, contienen errores tales como que “no basan su análisis en políticas comerciales reales, sino que fusionan la macroeconomía, la geografía y las instituciones con la política comercial”.
De la misma forma afirma que, “es cierto que ningún país se ha desarrollado con éxito dándole la espalda al comercio internacional o a los flujos de capitales de largo plazo”.
Dani Rodrik, indica la pertinencia de buscar más desarrollo de los países pobres, en lugar de concentrarse solamente en el intercambio comercial o, en la explotación salvaje de los recursos naturales por parte de los países desarrollados. Èstos debieran permitir que los países pobres desarrollen sus propios modelos de desarrollo, de la misma forma los países menos desarrollados debieran buscar con menos vehemencia las recetas envenenadas de los organismos financieros internacionales.