Las
maravillas del lenguaje se vienen desgranando cuando se revelan las
características genéticas –digámoslo así- de su estructura y fondo. En el libro
de Antonio Alatorre Los 1001 años de la
lengua española (FCE, Quinta reimpresión, 2011) se hace toda una excursión
hacia los orígenes, mutaciones, abstracciones y episodios, de la historia de
nuestro idioma.
Desde
las afluencias del idioma con el árabe, vascuence, latín vulgar; hasta sus
impresiones con el francés, el portugués y el inglés. Una epopeya que dura más
de mil años, donde las transformaciones de las palabras han calado hondo en las
costumbres, conquistas, guerras intestinas y amistades perennes.
Como
bien relata en el prólogo el maestro Antonio Alatorre, originalmente el texto
conformó una edición costeada por Bancomer en 1979, quien la distribuyó entre
sus clientes más adinerados. Años después, en 1989, apareció la primera edición
de Los 1001 años, de tal forma ha
tenido una mayor difusión y ha formado a estudiantes universitarios al cabo del
tiempo.
Imbricada
la historia del idioma con la político-social de España y, después con las
simbiosis entre la cultura cristiano-española y las aborígenes en América,
África y Asia; el texto recorre los cambios en el vocabulario, la pronunciación
y formas gramaticales, que de tal forma han venido a producir lo que
actualmente es patrimonio común de los hispanohablantes.
Alatorre
advierte que el hablar y escribir incorrectamente es un indicador oportuno de
las transformaciones por venir de la lengua. De tal manera, cuando una persona
dice haiga en lugar de haya, no es un
hecho reprobable, sino un indicio de las inercias existenciales del idioma.
De
tal forma hace 400 años se fueron derivando las palabras que hoy conocemos, fazer-hacer, falar-hablar, fermoso-hermoso,
eso nada más en lo tocante a las relaciones del español con el portugués. Muchas
más se presentaron con los diversos nutrientes recibidos.
Como
bien apunta Alatorre, el español es una obra poderosa, que no resiste en la
actualidad epicentros jurisdiccionales de lo que se dice con corrección y lo
que es deleznable; cada pueblo, localidad, ciudad o nación de los que mascullan de alguna forma
el español han venido contextualizándolo a sus características culturales,
geográficas y cosmológicas.
Alatorre,
señala lo arriba apuntado, la lengua cambia día a día, se nutre de las cosas
que comemos, soñamos, sufrimos o nos proporcionan felicidad; las nuevas
tecnologías han acuñado palabras, y de tal forma generan un comportamiento. Por
eso, aunque suene un poco austero, cuidado con las palabras que hacemos.
Los 1001 años de la lengua
española/ Antonio Alatorre. —3ª ed. —México: FCE, 2002. 416 p.; 23x15cm —
(Colec. Lengua y Estudios Literarios). ISBN 978-968-16-6678-1
1 comentario:
sin lugar a dudas nuestra lengua es la mas bella extensa y variada de el mundo y este libro nos enseña una parte muy importante de esta, su creación y evolución, me encanta el blog, es muy interesante, entretenido y todo un placer leerlo pues siempre se agradece la recomendación de un buen libro.
-Jesús Castañeda-
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