viernes, 17 de abril de 2009

Las armas de asalto a la razón o ¡Aguas con los coleopteros artillados!

Barack Obama visita México, y no lo hace con esa jactancia de general colonial, al menos no se ve como su predecesor, quien andaba por el mundo con el ánimo del rijoso que tira el primer puñetazo nada más porque alguien se atreviera a mirarle. No, Obama, viene con la bandera del bonachón que navega con la bandera de su titánica victoria; arriba a México con el rictus del que sabe que alguien de su familia, hizo o dejo de hacer importantes tareas con el país en cuestión. O sea, viene a lidiar con problemas no provocados por él. 

Por eso cuando Felipe Calderón, terminó de enumerar toda una serie de solicitudes hacia el gobierno estadunidense, Obama concedió, mostró su sonrisa cautivadora, hizo un gesto de circunstancia, apretó los músculos llamados glúteos para disimular que toda la serie de requerimientos, serán todo lo razonables que el mundo o los marcianos puedan imaginar; pero no corresponden a la real politik, usada en las relaciones internacionales de Estados Unidos ni en su política interna.

Un caso de especial atención es la solicitud del gobierno mexicano para que su contraparte controle el tráfico ilegal de armas hacia su jurisdicción. Ante ello, Obama, con algo de sonrojo, declaró que no sería un sendero abierto el aplicar tal medida sin más, pero que se haría el esfuerzo en cumplir con tal pedimento.

Y es que el Senado estadunidense, no ha ratificado un acuerdo de los países del continente americano, donde se prohibe expresamente el exportar armas de alto poder a países donde no se permite su portación, por considerarse de uso exclusivo de sus fuerzas armadas. Tal acuerdo interamericano sobre armas de fuego, fue suscrito por el ex-presidente William Clinton en 1998, y a la fecha sigue sin cumplimentarse.

Es ahí donde el efecto Obama, en lo que se refiere a las relaciones internacionales, verá la merma de su capital político. Existen muchos intereses detrás de la venta de armas al exterior, ya sea por parte del complejo militar industrial, quien tiene coptados a la mayoría de los congresistas y senadores; como a los grupos de presión, los cuales abogan por el indefectible derecho de todo ciudadano estadunidense a estar armado hasta los dientes.

Ya lo dijo la Asociación Nacional del Rifle, ayer mismo: "continuaremos vigorosamente en contra de cualquier esfuerzo internacional para restringir el derecho constitucional inalienable de los portadores de armas americanos" (sic). NYT. 17-04-2009. Por eso y muchas cosas más, está por verse qué tanto el buen talante de Obama, corresponderá con acciones benéficas para México.

Lo curioso del día 16 de Abril, fue la rigurosa seguridad implementada en el perímetro que comprende la zona de Polanco, el Museo Nacional de Antropología y la Residencia presidencial. Todo esto en franca contradicción con la gobernabilidad tan cacareada por el secretario de gobernación Gómez Mont, como por doña Hilaria Clinton.

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