sábado, 4 de septiembre de 2010

S15 y otras armas reservadas

Un rostro-papaya donde las semillas son los ojos,
la cáscara en carne viva;
dos rostros-sandía donde la muerte
se presume por el orificio quirúrgico de la catadura;
mientras tanto, rompemos nueces con los dedos.

Corramos, ve pronto,
empuña el periódico enrollado,
sácale zumbidos al aire
con el matamoscas implacable, pun-ti-a-gu-do,
que algún día se estrellará en el blanco.

(Preludios de Las historias de Bang-Bang)

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